Los vi al entrar, sentados frente a frente. No se veían tan frecuentemente como para estar cómodos. Se ponían al día contándose cosas vanas. Habían llegado al acuerdo de no hablar de ella. Nombrarla dolía demasiado. Lo suyo acabó por su culpa. Por no ser capaz de ofrecerle nada más que rutina y sexo. Ahora estaba sólo. En silencio. Viendo cómo su hijo terminaba de ahogarse en ketchup.
Posted by Kapt. Kurtz at 30 de Noviembre 2003 a las 11:44 AMsiempre en McDonald's
Posted by: Pedro on 30 de Noviembre 2003 a las 01:00 PMescena común, forzada y deseperada...
Posted by: maRia on 30 de Noviembre 2003 a las 01:22 PMEs extraño ese texto junto a la imagen, porque el prototipo transmite paz y serenidad, y aunque no haya nadie en la mesa se oye un murmullo agradable y el ruido suave de los cubiertos.
Posted by: e on 30 de Noviembre 2003 a las 04:14 PMHum... Creo que lo que hace al texto tan triste es precisamente la fotografia.
Y, dicho sea de paso, Kapitana Kurtz, este bien podría haber pasado por un cuento de Raymond Carver. :!
¡¡Los emoticonos,Yuri...Los emoticonos!!
Pretendía hacer un elogio...Me encanta Carver...;)
Uf.
Su hijo se ahogaría en ketchup de todas formas. Porque nadie le ha enseñado a hacer otra cosa.
Posted by: almu on 30 de Noviembre 2003 a las 11:18 PMJo... la relación ketchup - hogar sin madre es sencillamente...
Jo...