En la pequeña peluquería de lavar y marcar no se comentaba otra cosa. Ni en la panadería de la esquina. Tampoco se dejaba de hablar de ello en el estanco. Ni en el bar de los pequeños platos combinados. Con los ojos como platos y la boca entreabierta. Entre el espanto y la envidia. Hablaban, murmuraban, y escuchaban. Asentían y negaban. Opinaban y juzgaban.
Su tiempo tenía menos valor de lo que quisieron creer.
Entre el espanto y la ternura... como la nieve.
Posted by: odyseo on 14 de Mayo 2004 a las 10:18 AMdepende quien pague y como te lo valores...solo tienes el que tienes. Cada vez valoro más mi tiempo y odio más que me hagan perderlo...otra cosa es que me de el lujo de desperdiciarlo :)
Posted by: mOe:) on 14 de Mayo 2004 a las 10:58 AMsi tu tiempo lo dedicas a observar la vida de otros eres tú mismo el que no lo valora, ¿no?
Posted by: hans on 14 de Mayo 2004 a las 11:19 AMNadie en solitario puede formarse una visión del mundo ni siquiera de sí mismos.
Necesitamos a los demás para reconocernos y comprender, o eso pensamos.
Somos ciegos describiendo el paisaje a otros ciegos.
Posted by: Cuidador Perplejo on 14 de Mayo 2004 a las 12:30 PMJo, niña, lo has acabado de clavar con la frase final :)
Posted by: not a pretty girl on 14 de Mayo 2004 a las 01:05 PMHambrienta necesidad de roer, caes en vertical como la gravedad, sin compasión. No cejas, da igual la época.
Posted by: Alex on 14 de Mayo 2004 a las 02:58 PM¡Esa Letizia guapetona!
Posted by: K on 14 de Mayo 2004 a las 03:16 PMPor eso dejé de ir a la peluquería. Ahora corto el pelo en casa.
Posted by: peke on 14 de Mayo 2004 a las 06:08 PM