Algunos días sin batas blancas también te descolocan, te muerden y te regalan insomnios nada deseados y dolores de estómago que no sabes cómo aliviar.

pardiez, no me asuste...

da igual que no tenga delicadeza. las batas blancas asustan siempre.

pero...que le ocurre?

Por desgracia las malas noticias no siempre visten bata blanca. Si fuera así, al menos ya sabríamos cómo esquivarlas.

a mí nada, no se me preocupe.
a su blog le pasa algo, Capt. Harris? hace un rato me aparecía indispuesto.

jolin, que sustos me pega...quien comandará la nave en su ausencia? yo tengo titulo de fumigador solo...;-)

mi blog indispuesto? eso es que lee el alma de su dueño sin codigos de barras

Y ni siquiera son elegantes.

Ya le he dicho a mi amiga A., q hoy empieza a ejercer d médico, q por lo menos, sea elegante. a ver qué caso m hace.

es lo malo de jugar a los médicos.

la bata blanca puede estar hasta limpia, pero no necesariamente ayuda...más de lo mismo.

Es cruel callar y hablar.

Menudo susto me has dado.Por dios!
Creo que debería figurar en los requisitos para muchos empleos, tacto, delicadeza, cordialidad...
Una de las primeras cosas que noté al llegar a este país es que parece que le debes algo a todo dios.
Y cuando encuentras a un médico/enfermero/funcionario/lo que sea "amable" se lo acabas contando a todo el mundo como anécdota.

Los batasblancas nunca son delicados, forma parte del noble ejercicio de su profesión

mañana de sábado en sepia & nuevamente la música frank en los altavoces

la nieve había llegado tarde ese invierno. tardísimo. la nieve le gustaba. el baile plastico de los copos cuando parecen mariposas blancas sin cuerpo. títeres al antojo del viento. marionetas sin coreografía establecida. un ballet de raspadilla sin jarabes para alegrar.

en sepia la nieve era un desenfoque general. le daban un puntillismo de oleo sin colores para colgar del museo de o'rsay.

salió a sentir esa nevada copiosa en el parque, donde los niños que fueron y ahora crecidos, emborrachaban por las noches sus desasosiegos de sociedad vacia de contenido. asi sentia la sociedad, una gran marmita sin contenido, cociendo un caldo de vanidades ridículas por absurdas e inexistente sentido. pero el disfrutaba de ver la nevada temprano por la mañana. los perros jugaban a morder al vuelo los copos, seguramente para sentir deshacerse esas mariposas blancas en sus lenguas calientes. una manera primitiva de ahogar la sed de los siglos. él no abria su boca a los copos, los dejaba flotar bailando y posarse sobre su ropa. sobre el sombrero de fieltro que tambien cuando la lluvia o la nieve usaba. no se lo había regalado frank. cuando frank llegó a su vida él ya tenía ese sombrero. los zapatos rojos fueron los que le abrieron la puerta y con sinatra la música tambien llegó.

sentado en esa banca miró su reloj y sintió todas sus cicatrices de tanto vivido y eso le trajo a la memoria una conversación que había tenido en algún momento, seguramente en un momento cuando su vida la creía a todo color:
-¿como puedes llevar el reloj tan rallado y descuidado?. deberías llevarlo a la rolex para que te lo pulan y dejen como nuevo otra vez, es un modelo, el air king que merece la pena llevar impecable. es un clásico para dejar en herencia al morir.
le dijeron mientras comian en jockey y gastaban el tiempo esperando el primer plato, en conversaciones de esas sin contenido y mucha frivolidad.
-pero de que vas, la belleza de mi reloj precisamente es esa, la cantidad de cicatrices que tiene, muestran lo vivido. conservan memorias. atesoran experiencia. recuerdan lo que no se debe olvidar jamás.
-¿que?
atónito y sorprendido su interlocutor espetó.
-mira a mi me gusta que los objetos personales conserven sus golpes, sus cicatrices. sus imperfecciones. para mi en esas cicatrices, marcas y tatuajes casuales se encierra la verdadera belleza. no quiero que lo pulan y me lo dejen como nuevo que se, lo podrían hacer. pero entonces sería como borrar mi memoria. como arrepentirme de lo que hice. sería como renegar de lo que me siento orgulloso y de lo que más orgulloso me siento es de la manera como he vivido y vivo, aunque tu no me puedas entender y consideres que esta forma de pensar solo encierra un desprecio absoluto por los objetos. te aseguro no es asi. tú eres como eres. tú limpias tus zapatos carísimos cada cierto tiempo y los engrasas y siempre parecen de estreno, como tus trajes o camisas. mandas tus relojes de colección a pulir cada seis meses para que sean siempre nuevos. tu personalmente limpias tus esculturas de bronce y todas esas cosas que haces... yo no soy asi.
-asi cómo, explicamelo.
empezando a cabrearse continuó serio su compañia en esa comida.
-a mi me gustan las cosas con carácter. vividas. sufridas y llenas de marcas y cicatrices. como guerreros orgullosos de sus heridas de batalla. yo soy asi. por eso no me importa que me vean tal como me muestro. barba de tres dias. vaqueros gastadisimos que otros hubieran tirado hace siglos. asi, llenos de parches y rotos que dejan ver los calzoncillos. las camisas con sus gastados cuellos que me recuerdan momentos exactos. no me importa que mis zapatos rojos se vean gastados. ni que los jerseys sean pasados de moda. no me van las modas ni nada que me quiera imponer nadie. por eso tal vez sea un demodé... pero asi, aunque suene contradictorio, me siento por delante. porque se que yo soy yo y nada me determina por mucho que las presiones sean intensas y vengan de distintos frentes. parece mentira, tantos años nos conocemos y... ¡NO ME CONOCES NADA!.
-desde luego chaval, tú estas mal de la cabeza. no hay quien te entienda.
cerró la conversación en ese sentido y se dispuso a disfrutar de su salmón marinado con esa salsa tan buena y las patatas a la crema que tanto le gustaban. su interlocutor durante esa comida.

ya lo se, no hay quien me entienda. y todo esto pensado, mientras sentado en medio de una nevada monumental en esa banca de parque de niños que fueron. blanco ya de copos posados. hinchados sus perros de mariposas de nieve derretidas en sus lenguas calientes. saciada la sed de sus siglos.
hay que ver lo que dá de sí una nevada tardía en sabado por la mañana y todo esto en sepia como siempre vivido.

a veces ls malas noticias vienen con bata verde y mascarilla verde y gorro verde.....

soy nuevo por esta fabrica y recien llegado al mundillo de los blogs, pero tambien entiendo de batas blancas...

Estupenda pagina. Felicito a la autora.