Digo yo que si de verdad lo concreto nos aportaría soluciones efectivas, de las que desenredan, de las que aportan luz, caminos bien señalizados, manuales. Y me temo que ni siquiera.

mi modo de cambiar de modus será cambiar de domus. ya ves, intercambiar dos letras de sitio, detalles secundarios, cambia el significado y arroja nueva luz...

efectivamente, estimado hans.

Yo nunca pierdo paraguas, los dejo por ahí a propósito. Nunca me han gustado y en casa me obligaban a llevarlo, ergo la única defensa posible era "olvidarlo" por ahí. Eso o jugar al che con él (el che era un juego en el que trazabas una línea en el suelo y tenías que clavar un hierro, normalmente un destornillador o similar pero descubrimos que un paraguas también valía , lo más cerca de la línea que pudieras.)

A mí lo que me gustaba era mojarme y meterme en todos los charcos que encontraba en el camino (chof, chof). Y sigo haciéndolo. Por eso en invierno no hay como un buen par de botas. :)

Igual más que cambiar el modus vivendi y el modus operandi es mejor cambiar el modo de mirarnos a nosotros mismos. Debería probarlo, es como magia.

Pero no tiene encanto alguno lo inconcreto? Asómate a la ventana y mira cómo llueve...

No te preocupes, mojarse bajo la luvia tiene su encanto