Los perros jugaban con la basura en el puerto. Quizá buscaran algo para comer. Yo caminaba, hacía equilibrios entre adoquines, equilibrios con las lágrimas que intentaba ajustar a lo estrictamente necesario. Podría haber estallado por dentro, como las olas contra las rocas. Podría haber tomado la determinación de lanzarme al abismo con un jersey de lana como paracaídas, pero finalmente me sujeté al ancla oxidada que supone esta vida, este día, este momento que construyo porque sí.
Posted by Kapt. Kurtz at 22 de Diciembre 2003 a las 09:38 AMTodos necesitamos anclas, para limitar la deriva y la tormenta, pero es mejor Kapitana buscar velas nuevas y así aprovechar los huracanes para viajar a nuevos horizontes, bien lejos...tuerce la mirada, levanta unos grados del mar del abismo al mar del horizonte...lo ves tan lejano (has calculado alguna vez a que distancia esta??)
Bsos en los ojos y un aliento fresco en la cara...:)
Tenías razón con el lema de tu camiseta: eres dinamita...
Posted by: Félix on 22 de Diciembre 2003 a las 01:10 PMsí? q va, todo d boquilla...
Posted by: Kapt. Kurtz on 22 de Diciembre 2003 a las 01:12 PM¿si echamos el ancla, deja de pasar el tiempo?. Pues yo también me anclo
Posted by: Pedro on 22 de Diciembre 2003 a las 04:47 PMA veces también es necesario dejarse llevar por la corriente. Excesiva contención= desenfrenada explosión.
Posted by: maRia on 22 de Diciembre 2003 a las 06:25 PMAnda que no hacia días.... Un ancla bien maja que hay en Donostia, cerquita de las esculturas del paseo entre el kursaal y la Concha... El mejor sitio para agarrarse
Posted by: jotaele on 22 de Diciembre 2003 a las 08:02 PMdichosos los ojos... a ese ancla m refería yo.
Posted by: Kapt. Kurtz on 22 de Diciembre 2003 a las 08:27 PM