Al final del pasillo se encuentra Penélope, con la fea decadencia del olvido, tejiendo agujeros imaginarios, que destruye y reconstruye, una y otra vez, a la espera de que su Ulises vuelva de su rutina laboral, esa que le absorbe el tiempo y las entrañas. Mientras, Telémaco, que está engordando de no hacer nada, no sabe si ser un cobarde camuflado de héroe como su padre, o lanzarse a una piscina vacía, de cabeza, y haciendo una pirueta en el cielo.
Eso sí, con un inútil flotador puesto. Por si acaso.
Buen símil.
Posted by: K on 8 de Abril 2004 a las 03:15 PMPodríamos recurrir a la ambrosía aliñada con Prozac... lo cual aliviaría la tragedia o la aplazaría por un tiempo.. dulce por ignorante.
Saludos
El padre podria ser un "cobarde camuflado de heroe" o un "heroe" como el cual se camuflaría telémaco. Cuando Ulises regrese, Penélope tendrá que conseguirse otra quimera, com esperar a que Teñémaco salga ileso de la piscina (y en lo posible seco)