Ayer era tarde pero no tenía prisa. Con mi don especial para que me hablen los extraños, supe del cabreo monumental de mi compañero de parada, porque el autobús no estaba allí a su hora. A mí me daba igual. Me gusta viajar en autobús de noche. Todo es artificio. Y a la vez, hay algo orgánico. Aflora lo más terrible del urbanismo, asfalto y neón, bajo la tenue iluminación del transporte, y el leve susurro del agua de los charcos de fondo.
Finalmente, no somos nadie.
Ni falta que hace.
Si eres alguien empiezan a pedirte cosas.
Yo soy el que soy, dijo la zarza. Yo no soy una zarza. Algo es algo. :)
Posted by: Nuala on 8 de Septiembre 2004 a las 02:00 PMEsa frase siempre me ha encantado: 'No somos nadie'. Primero, te entra la risa al leerla y luego, cuando te detienes a pensarla, le encuentras mucho significado. Sobretodo, el punto surrealista de expresarla con las condolencias en un funeral: 'no somos nadie'. Bueno, alguien seremos, a fin de cuentas.
Posted by: maguncia on 8 de Septiembre 2004 a las 02:58 PMSí, el autobús, o el tranvía, de noche o de día (la rima no era intencionada, lo juro)... Te sientes menos rata que en el metro, aunque lo seas.
Posted by: Chihiro on 8 de Septiembre 2004 a las 06:54 PMhay algo más que le da encanto a los autobuses: las ventantas que sólo se abren por arriba y crean correintes por las avenidas del autobús.
1abr!
Vaya, se me hace raro saber de ti en un medio de transporte que no sea una bici. Aunque con los charcos, toda precaución es poca.
Posted by: Karras on 9 de Septiembre 2004 a las 10:41 AM